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jueves, 26 de septiembre de 2013

SAN DIEGO DE ALCALÁ





SAN DIEGO DE ALCALÁ

       Diego, nombre de varón. El más querido del patronímico español, que significa nobleza, hidalguía y humildad. Ese Diego nuestro, patrono de Ocumare que con su piadoso manto nos protege, nace en San Nicolás del Puerto en la Diócesis de Sevilla; de origen muy humilde y de extrema pobreza, su  niñez transcurre con las penurias propias de los desamparados de la época, desde chico su humildad y bondad germinaron y empezaron a dar su fruto, cuando hace amistad con un sacerdote ermitaño, que lo acepta como su discípulo y a pesar de ser Diego muy joven, empezó por imitar las austeridades y prácticas de vocación de  su maestro, aprende a cultivar la tierra, como también la fabricación de cucharillas, tenedores y otros utensilios de madera. Luego de varios años,  Diego tuvo que volver a su casa para después tomar los hábitos de hermano lego en un convento de los frailes menores observantes en Arrizafa, luego sus superiores le enviaron a las Islas Canarias a una misión de orden, donde gracias a su bondad y humildad pero tesonera labor con ardoroso amor y mucho éxito en la instrucción y conversión del pueblo.
            En 1445  aun siendo hermano lego, fue nombrado guardián del convento de Fuerte-ventura, el principal de la Islas.  Cuatro años después volvió a España y vivió con fervor y recogimiento de los alrededores de Sevilla.  En el año 1450 se celebra un jubileo en Roma y en ese mismo año  se canoniza a San Bernardino de Sierra; muchos Franciscanos acudieron a la ciudad eterna.  Diego acompaño al Padre Alonso de Castro, atendiéndole de una peligrosa enfermedad, fue tanto el denuedo y diligencia con que atendió al enfermo, que esto llamo la atención de sus superiores, quienes de inmediato le confiaron el cuidado de la enfermería del convento de Aras Coeli, donde habían muchos frailes enfermos, Diego desempeño este oficio durante tres meses y le restituyo la salud a varios enfermos.   Los trece años que le quedan de vida los pasó en España, sobre todo en los conventos castellanos de Salcedo y Alcalá de Henares, ciudad esta ultima de la cual toma su nombre.
            En 1463, hallándose en esa ciudad le sobrevino su última enfermedad y cuando ya estaba moribundo, pidió un cordón de los que usan los franciscanos para ceñirse, se lo hecho al cuello, tomo en sus manos un crucifijo y repitió con gran ternura el Himno de la Cruz: “Dulce Lignum”, dulce clavos, dulces podus sustnet, y así entrego el alma a Dios. Era el día 12 de Noviembre.
            E vida el Santo Varón hizo milagros y luego de su muerte estos se multiplicaron.  El Rey Felipe II que obtuvo un milagro por intercesión del hermano Diego a favor de su hijo, solicito su canonización.  El Papa Sixto V lo canoniza en 1588 y le dedica el día 12 de Noviembre, el Papa Inocencio XI traslada su festividad para el día 13 y la iglesia española se la celebra el día 11.
            En síntesis, este es un bosquejo del Santo Patrono que nos protege con su sagrado manto, humilde, artesano, agricultor y milagroso.  Espiritualmente llega América y se sitúa en la Sabana de Ocumare, aquí entre nosotros para colmarnos de bendiciones bajo su augusto y piadoso manto.
            De aquí va al norte y allí otro Franciscano de grata recordación, Fray Junípero Sarra, le entroniza en California al fundar en 1769, la ciudad de San Diego, bajo la advocación del hermano Diego y crea también la misión del mismo nombre, la cual es la primera de las 21 que se fundaron en ese país, luego retorna a Venezuela y esta vez se ubica en la atalaya de Miranda, allá en los del heroico Guaicaipuro con el nombre de San Diego de los Altos, para así quedarse eternamente con nosotros.
            San Diego de Alcalá, piza tierra ocumareña por primera vez el 13 de Noviembre de 1625, hubo de pasar 68 años para ser entronizado como Patrono de Ocumare del Tuy, hecho que ocurre el 13 de febrero de 1693, cuando la población es erigida en parroquia bajo la advocación de San Diego de Alcalá, con el nombre de San Diego de la Sabana del Tuy de Ocumare.
            La vida maravillosa en lo místico, piadoso y humanístico de San Diego, rebasa la existencia corporal, porque después de su muerte, se suceden hechos famosos, en los sitios donde vivió y en los sitios donde hoy mora espiritualmente, por ejemplo: en Alcalá de Henares, el día 9 de Octubre del año 1547, es bautizado Miguel de Cervantes el célebre autor del no menos célebre Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.  En San Diego California, centena de años después de su consagración como Patrón de esa Ciudad, se construye el motor del Espíritu de San Luis, avión con que Charles Lindbergh, cruza por primera vez el atlántico en el año 1927, recorriendo la ruta Nueva York, París.  En San Diego de los Altos, años después de su ascensión como guía espiritual de ese noble pueblo, nace en el año 1818, el humanista y pensador gloria de nuestras letras, Don Cecilio Acosta.  En su bien amada Sabana del Tuy de Ocumare, nace el prócer civil y musical de Venezuela, Don Lino Gallardo, autor de la música del Glorioso Himno Nacional; a finales del siglo 17 nace el presbítero, doctor en teología José Vicente Machillanda; quien años después  fue rector de la Universidad de Caracas, también viene al mundo en esta cálida tierra,  el eminente medico Joseph Matheo Machillanda, en el año 1836 nace el presbiterio, doctor Nicanor Rivero, uno de los oradores sagrados de Venezuela en el siglo 19, fue uno de los fundadores del diario de La Región, periódico decano de la prensa nacional; en 1865, nace el presbiterio Reinaldo Esculpí, teólogo, escritor y orador.
            No me atrevo de hablar de milagros o coincidencias, pero lo que si estamos seguros es que donde mora San Diego, se suceden actos muy trascendentales.
            Es proverbial la bondad y humildad de San Diego, las cuales cabe destacar fueron llevadas al óleo por el célebre pintor Bartolomé Esteban Murillo1, cuando plasma un milagro del Santo, el cual actualmente se encuentra en el Museo de Louvre2, así como el famoso cuadro de San Diego en medio de los pobres, de gran impresión por su realismo, de esta pintura se dice está perdida y se cree en manos de un coleccionista particular.

                                                                                              Juan José Flores.

1.        BARTOLOME ESTEBAN MURILLO, pintor español nacido en Sevilla, donde murió al caerse accidentalmente del andamio en que pintaba, vivió entre 1617 y 1682. Aparte de la obra realizada sobre San Diego de Alcalá, ejecuto otra entre las que se encuentran: La Muerte de Santa Clara, la concepción del Palacio Arzobispal, San Isidro, San Leonardo, destinado a la Sacristía Mayor de la Catedral de Sevilla; en el año 1656, pinto la gran tela del Baptisterio de la iglesia catedral sevillana, representando la aparición de Jesús a San Antonio de Padua; en 1665 pinta cuatro medios puntos para la Iglesia Santa María la Blanca de Sevilla y también plasmo, La Dolores y el San Juan Bautista de la misma iglesia.  Tal era el pintor de San Diego de Alcalá.

2.        MUSEO DE LOUVRE, es el más famoso de Francia y uno de los más importantes del mundo, fue instalado en el palacio de su nombre en el año 1791.  Contiene las colecciones de la corona francesa, desde Francisco I y las nacionales desde la revolución y el Imperio; es museo de arte antiguo y moderno (asirio, egipcio, griego y etrusco), contiene también la Calcografía Nacional de Francia y una gran sección de dibujos.  Es ese el museo que guarda un cuadro de San Diego de Alcalá.

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